domingo, 21 de noviembre de 2010

Escuchando Voces.


Escuchando Voces.


En una pequeña casa, muy alejada de la ciudad, estaban dos hermanos, los cuales un día fueron llamados por el padre, quien los mandó a que vallan a comprar víveres, a la ciudad.

_Deben ir derecho y caminar varios metros, en un momento, se encontrarán con dos caminos, tomen el de la derecha, porque aunque es más largo, es más seguro, porque el de la izquierda, si bien es un atajo, el camino, es un camino pedregoso, y es de terreno blando e inconstante_ dijo el padre dando indicaciones _¿Entendieron?_.

Los chicos dijeron que sí, y tomando el dinero que el padre les dio, partieron. Ellos tomaron el camino derecho y cuando los dos caminos ya se podían visualizar, el hermano menor, se encontró con un amigo, el cual les preguntó a ambos hermanos:

_¿Dónde van?_.
_A comprar víveres_ se apresuró el hermano menor a contestar, no dándole lugar al mayor, de que moviera los labios para hablar.
_Ahhhhh...., para hacerlo, deben tomar el camino de la izquierda, de los dos que allá están_ dijo el amigo.
_Pero nuestro papá que debemos tomar el de la derecha_ dijo el menor.
_Sí es verdad ambos caminos te llevan a la ciudad pero el de la izquierda es más corto_ respondió el amigo.
_Pero es más peligroso_ siguió diciendo el menor.
_Sí pero no pasa nada, sólo debes ir por la orilla del camino, y no pasa nada_ siguió diciendo el amigo del menor.
_Entonces ¿Es Seguro?_ preguntó el hermano menor.
_Sí_ respondió el amigo.

Antes de llegar el amigo del hermano menor fue llamado por su madre y despidiéndose de fue.

_Tomemos el de la izquierda entonces_ le dijo el hermano menor al mayor.
_No de ninguna manera_ dijo el mayor regañando al menor.
_Vamos Por Favor_ insistió el menor.
_No_ insistió el mayor.

Y el menor siguió diciendo lo mismo e insistiendo e insistiendo, hasta que llegaron y el mayor dijo:

_Ya basta hace lo que quieras yo le voy a hacer caso a mi papá_.
_¡Esta bien entonces vete!_ dijo muy molesto el menor.

Entonces se separaron el menor decidió hacerle caso al amigo, mientras que el mayor decidió hacerle caso al padre.Entonces después de separarse el mayor regresó a su casa con los víveres, y el menor, en cambio, no lo hizo. Entonces el padre y el hermano salieron a buscarlo, al principio el padre se hallaba molesto, pero después se preocupo, entonces fueron hasta el camino de la izquierda y buscaron y buscaron, y allí lo encontraron al hermano menor herido en el suelo llorando y pidiendo auxilio al mismo tiempo, entonces el padre lo abrazo, y antes que el menor dijera algo, el padre y el hermano dijeron al mismo tiempo:

_No digas nada, te perdonamos_.

entonces el padre y el hermano mayor cargaron al menor y lo llevaron a su casa, donde fue curado.

"Aveces se presenta una situación complicada y escuchamos los consejos de personas, que no son las correctas, y nos metemos en problemas más grandes, todo por escuchar voces equivocadas, y no las correctas".

El Águila.





El Águila.




Hace tiempo hubo un rey, que de pequeño, le regalaron dos águilas bebés. El tiempo paso, y el rey, al igual que las dos águilas, fueron creciendo.
Un día, el rey decidió de que ya era hora de que las águilas fueran liberadas, y levantaran vuelo. Entonces ordenó liberarlas, y así fue, los sirvientes, soltaron las puertas de las jaulas, a donde ellas estaban, y grande fue la sorpresa del rey, cuando vio que sólo una de ellas soltó la rama, agitó las alas y se fue, mientras que la otra no. La otra en cambió, aunque el rey pronto intentó, con varios trucos, hacer que vuele, no quiso soltar la rama. Entonces el rey hizo este decreto:

"El que pueda hacer volar esta águila recibirá una recompensa".


Entonces comenzaron a llegar los ciudadanos, que integraban el reino, y pasó todo ese día, y nadie pudo lograr hacer que el águila soltara esa rama. Entonces uno de lo sirvientes del rey se acercó a él, y le dijo:



_Puedo intentar, sé que podré hacerlo_.
_Esta bien, de acuerdo_ dijo el rey ya rendido _Estaré dentro_.



De un momento a otro, el rey escuchó el llamado del sirviente.



_Venga, el águila ya vuela_ dijo el sirviente _¡Venga!_.



El rey sobresaltado fue a presenciar el momento, y, efectivamente, sí, era así el águila habia soltado la rama y ahora estaba volando. Entonces el rey se acercó al sirviente y le preguntó:



_¿Cómo lo lograste?_.



Y el sirviente contestó:



_Sólo corté la rama_.



"Aveces nos tomamos de cosas y no las queremos soltar por miedo a perderlas, y es exactamente eso, lo que no nos deja avanzar, y mejorar, en la vida".